quinta-feira, 14 de fevereiro de 2019



cobrei demais, exigi demais, fui carente demais, possessivo demais, sensível demais comigo e de menos com você. Sofri demais, apanhei demais, me machuquei, tudo sozinho. Um espetáculo patético e triste de autonomia. Você tava perto demais quando o dique se rompeu, o veneno transbordou, molhou a terra e intoxicou o ar. As raízes fincadas na ansiedade e na angústia onde me plantaram são o húmus e daí não me movo. Não consigo. Nunca baixei a guarda, sempre estive em pânico, mas nunca houve ataque a não ser o meu, desgovernado, exagerado, impreciso, incompreensível defesa contra você, que eu desconheci, como um cego às avessas.      

sábado, 9 de fevereiro de 2019




Hoje quero estar em todos os meus dias. Ensolará-los e chovê-los e viver com eles o tempo que tenham. Quero envelhecer com meus dias. E ocaso, se for o caso. 

sexta-feira, 1 de fevereiro de 2019

Canción de la muervida



Mi mano derecha es una golondrina
Mi mano izquierda es un ciprés
Mi cabeza por delante es un señor vivo
Y por detrás es un señor muerto

Los muertos han perdido toda confianza
En los cimientos de nuestras casa y de nuestras lenguas
Y aun de nuestros relojes enrollados en el infinito
Qué podemos decirles

Ellos suben sobre el tejido de la eternidad
Y miran a lo lejos
Atan sólidamente las nubes que están llenas
Tocan la campana del vacío que debe saludar a los siglos
Como un sombrero
Llevan un anillo en cada uno de los cinco sentidos
Y un pájaro en cada cielo
Están desterrados de la tierra y encielados en el cielo
Ellos mondan la corteza de los siglos

Los vivos alargan su ciprés
Para decir buenos días a la golondrina
Se alejan sonrientes hasta el horizontes
Suben cantando hasta el piso de la muerte
Hablan con una lengua adormecida desde mucho tiempo
Son póstumos como los ecos de la flor del trueno
Y lo mismo que los perfumes

Llevan su cuerpo como el tallo de un nenúfar precioso
Y no van más lejos que un tiro de pistola
Cuentan los días con huesos de frutas
Que guardan en jaulas como pájaros
Cuentan las estrellas y les dan nombres amistosos y tibios
Es preciso no confundir los lechos y no equivocarse de plato
Es preciso cantar como un nenúfar precioso

Un pájaro trina para mil orejas anónimas
una estrella brilla para mil ojos recién nacidos
El pájaro cambia de día con una mirada
La estrella deposita la muerte y sigue su camino.




Vicente Huidobro